Los deportistas son raros. Se pueden llegar a gastar un dineral en material o entrenar tantas horas, o casi, como los profesionales y, al mismo tiempo, no hacer ni caso lo más básico. En ese saco de actividades olvidadas se podría meter un buen descanso, la alimentación, una planificación adecuada y la fisioterapia deportiva.

Uno de las claves para tener una vida deportiva larga y duradera es visitar al fisio con cierta frecuencia. Existe la creencia de que estos profesionales son sanadores mágicos a los que acudir cuando se tiene una lesión muscular, pero no. Es justo lo contrario: hay que ir antes de romperse, como medida preventiva. Ahí van unos cuantos motivos para hacerlo más a menudo.

  1. Serás mejor deportista

Aunque a muchos no les entre en la cabeza, un masaje de descarga y unos días de descanso le sientan al cuerpo estupendamente. Por el efecto vasodilatador del masaje, que también se puede conseguir con cremas de efecto calor, los músculos se regenerarán del esfuerzo. En un Tour de Francia, por ejemplo, los ciclistas tienen como rutina diaria darse un masaje suave de descarga. Y muchas veces, eso les da la vida. Un deportista amateur podría visitar al fisio después de un periodo intenso de entrenamiento.

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  1. Te evitará lesiones graves

Conocer el cuerpo de cada uno es algo que requiere mucha experiencia y no todos la tienen. La mayoría resta importancia a pequeños dolores recurrentes y sigue entrenando soportando ese dolor. Sin embargo, si se va al fisio en lugar de eso lo que podría ser un desgarro muscular se puede quedar en una simple rotura de fibras. Ya lo dice la sabiduría popular: es mejor prevenir que curar.

  1. Mejorará tu entrenamiento

Los fisioterapeutas son profesionales de la salud y aunque no sepan explicar cómo entrenar, sí que pueden decir qué se está haciendo mal durante el entrenamiento. Una mala postura o posición al hacer levantamiento de pesas, por ejemplo, puede atrofiar algunas zonas musculares gravemente. Al explicarle el gesto al fisio, sabrá decir qué se está haciendo mal y propondrá una mejor forma de ejecutarlo.

  1. No duele tanto

Algunas personas huyen de las consultas porque sienten dolor en los masajes deportivos. Aunque es una sensación subjetiva, por lo general, cuando las manos del fisioterapeuta dan con una zona cargada o están quitando un “nudo”, aparecerá el dolor. Mientras tanto, es pasajero. Aunque es como todo, si se tiene la mentalidad de que va a doler el cuerpo inconscientemente se engarrotará y será peor. Se trata de intentar relajarse y pasar el trago lo mejor que se pueda. Además, nadie dijo que el deporte fuera fácil.