El boxeo es una de las actividades más intensas que se puede practicar. Para aguantar los asaltos sobre el ring, el método de entrenamiento mejora la fuerza muscular y la capacidad aeróbica por completo. Como ejemplo cinéfilo, basta con recordar a Rocky Balboa corriendo por las calles de Philadelphia dando golpes al aire para hacerse a la idea.
Como deporte de contacto que es, tiene sus riesgos y las lesiones de boxeo, aunque no están a la orden del día, pueden aparecer. Estas son cuatro de las más comunes y ahí van algunos consejos para evitarlas.
- Fractura del boxeador
Es conocida así porque es la más frecuente entre los boxeadores. Se produce cuando se fractura el quinto o cuarto hueso de la mano al golpear con fuerza un objeto. Para evitarlo, hace falta depurar la técnica. Antes de dar puñetazos al saco de boxeo como Floyd Mayweathere, hay que aprender a hacerlo con el primer y segundo dedo de la mano. Esa es la posición correcta.
- Cortes en la piel
Las heridas o cortes en la piel se pueden producir al recibir un impacto con los guantes o por usarlos sin vendaje. Es importante usar siempre el casco para proteger la cabeza y la cara de los golpes. Y más aún, si no se practica el boxeo como un hobby. También conviene que los guantes estén en perfectas condiciones además de usar siempre las vendas protectoras. Es una obligación.
- Conmociones cerebrales
Entre los aficionados que suelen subirse al ring para entrenar o en competiciones amateurs no suelen producirse, pero en el boxeo profesional es lo que se busca para noquear al contrario. El peligro está en sufrirlas de forma continuada, porque puede llegar a provocar daños irreversibles en el cerebro, el centro de mando del ser humano. Por esto mismo, conocer este problema y practicar el boxeo de forma responsable debe de ser un mantra para los amantes de este noble deporte.
- Codo de tenista, o de boxeador
Como su nombre coloquial indica, esta lesión suele afectar a los tenistas, pero también a cualquier atleta que fuerce los brazos. Se expresa en forma de dolor intenso en el antebrazo, aunque se puede extender hacia arriba. La mejor forma de evitarlo es, de nuevo, cuidar la técnica. Una parte importante del entrenamiento en cualquier deporte tiene que estar enfocada a aprender a hacer los movimientos como se debe. Es cierto que suelen ser sesiones aburridas, pero valdrá la pena.