El Enterrador fue uno de los luchadores de Presing Catch más conocidos. Tenía un aspecto siniestro y sobre el ring se mostraba sin piedad. Para acabar con sus rivales –aunque se la prohibieron- utilizaba una llave de lucha con un nombre nada esperanzador: puertas al infierno. Daba igual que todo el mundo supiese que los combates eran mentira, porque cuando The Undertaker usaba su ataque, al público se le cortaba el aliento.
Quitándole algo de misticismo al asunto, puertas al infierno es una técnica más de grappling. Es decir, una maña que no golpea al adversario sino que le inmoviliza buscando que se rinda. Es el arte de la sumisión y se emplea en muchos deportes de contacto. En el MMA, por ejemplo, es común ver como los luchadores se van al suelo para empezar a hacer grappling.
Si te gustan las artes marciales mixtas ya lo sabrás: Conor McGreggor es un manta haciendo grappling. Su técnica de suelo está lejos de ser la mejor, pero aún así gana. Así que mejor esquivarle si uno se lo encuentra por la calle.
El grappling también es un deporte a medio camino entre el Jiu Jitsu y la lucha. El adversario, ante una llave de sumisión, es el que tiene que aceptar la derrota al entender que no puede librarse de ella sin lesionarse. Sin embargo, lejos de ser un acto de debilidad, es de honorabilidad. No hay que avergonzarse de las derrotas, sino verlas como oportunidades de seguir aprendiendo. Esa es la filosofía.
El primer torneo mundial de grappling fue una verdadera prueba de fortaleza. Los practicantes de sambo (defensa personal), judo, jiu jitsu y lucha se batieron en duelo para ver quién era el mejor combatiente en suelo. A partir de ahí, este deporte ha evolucionado absorbiendo técnicas de otras artes marciales y haciéndose cada vez más técnico. La limpieza a la hora de hacer los diferentes agarres es básica, de ahí que los aficionados al grappling practiquen cada uno de los movimientos innumerables veces.
El atuendo para las competiciones es muy simple: pantalón corto y una camiseta. Basta con eso para presentarse a un torneo y ser el mejor grappler del lugar. Se compite, de igual forma que en otros deportes de contacto, por peso. Es la mejor forma de conseguir unas disputas equilibradas que den espectáculo.