Esta frase va a servir a mucha gente de excusa para quedarse sentada en el sofá, pero ahí va: hacer deporte lesiona. Lo normal es que no, que si se respetan las pautas de progresión adecuadas y se ejecutan los movimientos técnicos como se debe, el riesgo de lesión sea mínimo. Pero la propia actividad física somete al cuerpo a un nivel de estrés que no siempre es capaz de soportar. Aunque que esto no sirva como argumento contra el ejercicio, porque sus pros son mucho mayores que sus contras.
En los deportes de contacto las lesiones más comunes son las contusiones, el dolor muscular, la rotura de cejas, cortes y laceraciones. Es para asustarse, pero al practicar boxeo, Kick Boxing e incluso rugby, siempre se está sometido a recibir –o dar- un golpe y acabar mal. La intensidad competitiva de estas actividades es imponente. Y con frecuencia provoca traumatismos que pueden ser de gravedad y afectar al cerebro. Esto último es más habitual en deportistas de contacto profesionales, y no tanto en los amateurs.
El deporte del momento, el crossfit, tampoco se salva. Es una modalidad enfocada en hacer ejercicios de alta intensidad, con una carga de peso entre media y elevada, y con poco descanso entre los diferentes ejercicios. La velocidad de ejecución de los movimientos también es elevada. Sin embargo, lejos de la creencia generalizada, no es más lesivo que otros deportes como la halterofilia, la lucha olímpica o el fútbol.
Sí que es cierto que un gran porcentaje de lesiones se producen en los hombros y en la espalda baja. El levantamiento de peso muerto, que también se practica en el powerlifting, es uno de los ejercicios más peligrosos para esta zona. Se debe hacer con una técnica correcta y una carga de peso adecuada. No vale venirse arriba y coger más peso del que toca.
A pesar de que parece que tienen músculos de acero, los fisicoculturistas también sufren trastornos durante la actividad deportiva. Uno de los más peligrosos es la rabdomiolisis, una enfermedad producida por el sobreentrenamiento que consume la masa muscular. No es común, pero cabe mencionarla para insistir en la importancia del entrenamiento invisible.
Por el tipo de entrenamiento que hacen, con mucho peso, los aficionados al bodybulding sufren con cierta frecuencia distenciones y esguinces, algo que se podría evitar principalmente realizando un buen calentamiento o aplicando una crema de calor antes de empezar con las pesas.
El ejercicio nos libera, nos hace estar más sanos y conocer a gente nueva, pero si no se practica con cautela, puede llegar a ser perjudicial para nosotros mismos. Haz deporte, pero con cabeza.