Día tras día en el gimnasio y esos kilos de más siguen ahí. Crees que haces el entrenamiento de fuerza ideal, pero no hay manera de quitárselos de encima. ¡Vaya condena! Perder peso es el objetivo principal por el que muchos se apuntan al gimnasio, aunque no es tan fácil de conseguir si se cometen errores. El más común es equivocarse en el orden de los ejercicios, así que ahí va el más adecuado
- Primero, potencia
Hay que ir de más a menos. Es decir, empezar por los ejercicios de potencia, que son los que implican un mayor número de músculos y acabar con los que menos. Por eso, después de calentar son buenas actividades como el salto sobre el cajón, el peso muerto o el arrastre de trineo. Son ejercicios duros, exigentes, que hay que hacer con los niveles de energía a tope. Si se dejan para el final, será difícil que salgan bien.
- Segundo, ejercicios compuestos
Los ejercicios multiarticulares son excelentes para ganar músculo y bajar de peso. En estos intervienen varias articulaciones a la vez. Por ejemplo, en el press de hombro de pie, se ejercitan los deltoides y el trapecio al mismo tiempo que los tríceps y los abdominales. El ejemplo más claro es la sentadilla, en la que hasta seis músculos diferentes están esforzándose de manera simultánea.
- Tercero, ejercicios analíticos
Una vez que se ha pasado por las dos fases anteriores del entrenamiento de fuerza, llega el turno de los ejercicios analíticos. Son los que menor gasto energético conllevan y, por tanto, los que menor pérdida de peso producen. Solo una articulación se ve implicada en el gesto, como en las extensiones de piernas o el mítico curl de bíceps que todo el mundo ha hecho, aunque fuera con el tetrabrik de leche.
Este es el mejor orden para perder peso con un entrenamiento de fuerza, sin embargo, no hay que descuidar el ejerció aeróbico. Puede ser el complemento que falta para obtener los resultados que se buscan. La nutrición deportiva es otro de los factores que intervienen en este juego. Existen suplementos alimenticios que ayudan, pero nunca deben ser sustitutorios de una buena dieta. Y no hay que olvidar que bajar de peso rápido es posible, pero no es ni sano ni rentable, así que el único remedio es hacer las cosas bien, no desesperar y tener paciencia. Sé como una hormiga.